Un octubre de hermosa coincidencia
Recuerdo aquel día de octubre del pasado siglo ver al che en una de sus frecuentes visitas a esta ciudad de Santa Clara en el centro cubano
Lo observaba en una escuela primaria rodeado de niños entre 6 y 8 años, de uno y otro sexo, sonreía feliz, les acariciaba los cabellos y alzaba en hombros, les preguntaba sobre sus estudios y de lo querían ser en el futuro.
Ahora, por esas coincidencias de la vida, en octubre también el che les miraba con admiración, erguido en la plaza santaclareña, vestido igualmente con el uniforme guerrillero, contemplaba el momento en que recibían su pañoleta azul de pioneros moncadistas
Ellos emprenden el camino que les traza el hombre de acción y palabra, quien escogió el camino en defensa de los desposeídos del mundo, en medio de una patria universal.
De los 120 mil que se iniciaron en la organización infantil en todo el país, varios centenares son villaclareños, quienes en lo adelante se integrarán a colectivos y destacamentos para también defender a su revolución
Sin lugar a dudas un octubre de hermosa y feliz coincidencia.
0 comentarios